Mira que te avisé... Y no escuchaste. Tenías que ser siempre tan tozudo, no querías hacerme caso nunca. Pasabas de mi, decías “no puedo estar seguro”, porque yo te había dejado pistas, pero no imágenes.
¿No te dabas cuenta de que si te me mostraba entero no serías en adelante libre?¿No viste todas las señales que podías haber seguido?¿Y toda esa gente que te estuvo avisando bajo orden mía?
Yo, no dudé de ti en ningún momento, y no dejé ni un segundo de pensar en ti... ¿Por qué me olvidaste?
Aunque me pese , por tanto, eres libre, y no puedo obligarte a ser lo que no quisiste ser en vida... Simplemente, lo lamento, pero respeto tu decisión de no querer más que oscuridad.Te di un don para servirme mejor, y tú, lo desaprovechaste. Traes el vaso volcado, y con agujeros. Mi gracia se derrama de tu recipiente inicuo. Vete. Yo no me opondré.
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