viernes, noviembre 16, 2007

Retorno

Bueno, llevo más de un mes sin publicar nada. Se podría decir que ha sido un periodo de adptación del que he salido. Puedo volver a escribir...

Me da clase un hombre que se mofa de valores como el patriotismo. Dice, que el patriotismo es estúpido, porque no se puede estar orgulloso de algo que no es tuyo: uno está orgulloso de sus actos, pero no de un hecho fortuito, como es nacer en un cacho de tierra o en otro.

Sin embargo, yo creo que la patria -y por ende, el patriotismo- es mucho más que el lugar en el que naces. Yo tengo un motivo para estar orgulloso: y es que, el suelo que piso, el ambiente que respiro, el sistema político, las instituciones que asumo, son el resultado de un trabajo que realizaron mis antepasados con la intención de darme un futuro. Ahora mis abuelos están muertos, pero lo que crearon sobrevivió a ellos. No sería justo que, amparado en mi cobardía, dejase a un lado sus esfuerzos, y me buscase uno que se acople mejor a mis espectativas.

Por otra parte, el patriotismo no es despreciable en la medida en que aporta al individuo unos valores que luego la sociedad necesita. Porque el patriota es valiente, y una sociedad acobardada no tendrá agallas suficientes para salir adelante; porque el patriota es abnegado, y una sociedad sin capacidad de sacrificio es una sociedad en decadencia.

Mucha gente considera sin embargo, que el patriotismo trae consigo muchos males, y que no sale rentable. Es posible. "El estado se autodetermina patria cuando prepara un asesinato", decía aquel. Qué duda cabe. Cuantos crímenes se han cometido, no solo amparados en el bien de la "patria", sino en el fundamentalismo religioso, en el cumplimiento de un ideal... Ahí el problema no es el patriotismo, sino el extremismo, y la deformación moral, que lleva a pensar que un fin sublime puede llegar a justificar los medios.

No creo que el patriotismo sea un valor a desdeñar en nuestra sociedad actual. Y menos, en la situación en que se encuentra la juventud: sin objetivos a largo plazo, descomprometidos, irresponsables, inconscientes...

Sin embargo, quiero acabar citando a Quino: “Esto no es el acabose: es el continuose de lo que con ustedes empezose". No echemos la culpa a otros de las consecuencias de nuestras omisiones. El patriotismo es un valor denostado en este país desde que en la guerra se hiciera con él el bando franquista. Ya va siendo hora de recuperarlo.

Yo creo que se puede ser patriota. A mí -auqne no le agrade a Ortega- me gusta serlo, COÑO.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace tiempo que buscaba oír (leer) algo así... chapeau!

Por cierto, no sé de ti desde hace...cuánto? La universidad y eso biien, espero.

Un enorme abrazo de otra patriota.!

Berta.

Anónimo dijo...

Siguiendo mi curiosidad, tras el comentario de nuestro “querido” profesor de sociología, busque tu apellido en google y caí aquí.
Me alegra saber que no soy la única que si se siente orgullosa de ser española, en nuestra clase claro, y asqueada de tener un personaje (porque yo no le llamaria persona) como Felix Ortega de profesor.
Pues nada que solo me pasaba...

Unknown dijo...

Me alegra, pero he hecho una escepción, que lo sepas, no suelo publicar comentarios anónimos... ¿Quién eres?